
0 Comment
2jul. 2025
Cómo construir momentos: espacios exteriores que invitan al verano
Cuando pensamos en verano, casi siempre vienen a la mente imágenes cálidas: una copa fría entre las manos, la brisa al caer la tarde, la risa que se escapa mientras los niños corren descalzos, o simplemente ese silencio reconfortante de una siesta a la sombra. El verano no es solo una estación, es una emoción. Y muchas veces, esa emoción puede empezar en casa, más concretamente en un rincón exterior bien pensado.
Terrazas, patios, balcones, pequeños jardines… no importa el tamaño. Lo importante es saber mirar ese espacio con otros ojos: no como un sitio que “hay que arreglar”, sino como un lugar donde construir momentos. Desde Eprycon, donde vivimos las reformas como una forma de transformar también emociones, hoy queremos compartir contigo cómo convertir esos metros al aire libre en tu rincón de verano favorito.
Tu refugio está ahí, solo hay que despertarlo
Hay espacios exteriores que están, literalmente, esperando que les prestemos atención. Quizá una terraza medio vacía, un patio con unas sillas olvidadas o incluso un pequeño balcón sin más compañía que una maceta. Pero todos ellos tienen algo en común: el potencial para convertirse en refugios personales o familiares. Espacios para vivirlos. Para leer, para desayunar al sol, para recibir a alguien o simplemente para estar contigo.
Antes de pensar en qué comprar, es fundamental pensar en cómo quieres usar ese espacio. ¿Buscas un rincón tranquilo para desconectar? ¿Quieres un comedor al aire libre? ¿Un mini salón veraniego con plantas y velas? Esa pregunta inicial guiará cada elección posterior, desde el suelo hasta la iluminación.
Materiales que resisten el sol… y las emociones
Una de las claves al diseñar un espacio exterior es no solo hacerlo bonito, sino hacerlo duradero. El verano es maravilloso, sí, pero también trae consigo sol intenso, humedad, cambios de temperatura e incluso tormentas puntuales. Por eso, elegir materiales resistentes no es un detalle menor, es la base.
En suelos, por ejemplo, lo ideal es apostar por tarimas sintéticas de exterior, que combinan la estética cálida de la madera con una resistencia superior al sol y la lluvia. También son tendencia las losetas porcelánicas antideslizantes, sobre todo si hay piscina cerca o se quiere mantener un toque sofisticado sin renunciar a la funcionalidad.
Para los muebles, nada como el aluminio o la fibra sintética de alta calidad. Son ligeros, modernos y no se oxidan ni desgastan con facilidad. Las maderas tropicales tratadas, como la teca, también son una excelente opción si te gusta ese aire natural y acogedor, aunque requieren más mimo.
Y si hablamos de textiles —cojines, fundas, alfombras—, es fundamental elegir tejidos outdoor: transpirables, resistentes al agua, con protección UV y lavables. Porque sí, también se puede tener confort y belleza sin renunciar a la practicidad.
Sombra, luz y un poquito de magia
Todo espacio exterior veraniego necesita tres cosas básicas: una buena sombra, una iluminación pensada y un toque personal. Sin ellas, no hay atmósfera.
La sombra no tiene por qué ser una sombrilla clásica. Los toldos vela están ganando protagonismo: ligeros, visualmente atractivos y fáciles de instalar. También los cañizos o pérgolas de madera con plantas trepadoras, que además refrescan el ambiente de forma natural.
Y cuando cae la noche, la iluminación se convierte en protagonista. Las luces LED solares son un acierto en eficiencia y diseño, pero no hay que subestimar el poder de unas guirnaldas de bombillas cálidas colgadas sobre una mesa, o de unas velas flotantes dentro de tarros de cristal. La luz suave transforma cualquier espacio y lo convierte en ese lugar donde te apetece quedarte.
A veces pensamos que para tener un “espacio de revista” hace falta una gran inversión, pero la verdad es que el alma de un buen rincón está en los detalles, no en el precio.
Un palé reciclado puede convertirse en un sofá chill-out con solo una lija y unos cojines bien elegidos. Una escalera vieja puede hacer de estantería vertical para plantas. Incluso una antigua caja de fruta puede ser tu próxima mesa auxiliar.
Los textiles también obran milagros: unas fundas coloridas, una alfombra de yute, unas cortinas livianas que se mueven con el viento. Todo eso suma, y lo hace sin grandes presupuestos.
Además, incorporar vegetación siempre es un acierto. No hace falta montar un jardín botánico: un par de macetas grandes, algunas plantas colgantes y alguna aromática (como lavanda o romero) ya cambian por completo la energía del lugar.
En Eprycon, llevamos años ayudando a nuestros clientes a redescubrir su hogar desde dentro. Pero también desde fuera. Porque creemos firmemente que esos pequeños espacios exteriores no son secundarios, sino todo lo contrario: son el escenario de muchos de los mejores momentos del año.
Y lo mejor es que no hay una única forma de hacerlo bien. Cada espacio —como cada persona— tiene su forma única de brillar. Algunos prefieren una estética minimalista en tonos neutros, otros quieren colores vibrantes y una sensación casi tropical. Algunos buscan privacidad, otros apertura. No hay reglas fijas, solo una dirección: hacerlo tuyo.
Este verano, construye algo más que un rincón: construye momentos
El verano pasa, pero los recuerdos que creamos en él se quedan. Así que quizá este sea el momento de mirar esa terraza o ese patio con nuevos ojos. De imaginar no solo lo que podrías poner allí, sino lo que podrías vivir.
Y si necesitas una mano para convertir esa idea en realidad —ya sea pequeña o grande—, estaremos encantados de ayudarte. Porque en cada reforma, en cada espacio, en cada detalle… también se construyen emociones.